Necesidades de las plantas

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En este capítulo, exploramos las necesidades básicas de las plantas y cómo podemos satisfacerlas adecuadamente en un sistema de policultivos basado en la permacultura. Comprender estas necesidades es fundamental para crear un entorno propicio para el crecimiento saludable y productivo de las plantas.


Luz solar: La luz solar es una fuente de energía fundamental para las plantas, ya que a través del proceso de fotosíntesis convierten la luz en nutrientes y materia orgánica. Aprenderemos a evaluar la disponibilidad de luz en nuestro espacio de policultivo y cómo aprovecharla de manera óptima, considerando la ubicación, la orientación y las sombras proyectadas por otras plantas o estructuras.


Tipos


1. Plantas de pleno sol: Estas plantas requieren un mínimo de 6 a 8 horas de luz solar directa al día. Algunos ejemplos incluyen el tomate, la caléndula, el girasol y la lavanda. Estas plantas prosperan en áreas abiertas y soleadas.


2. Plantas de sombra parcial: Estas plantas toleran algunas horas de sol directo, pero también necesitan sombra parcial durante el día. Algunos ejemplos son la lechuga, el cilantro, las begonias y los helechos. Estas plantas se benefician de un lugar con sombra durante las horas más calurosas del día.


3. Plantas de sombra: Estas plantas prefieren la sombra o luz indirecta y evitan la exposición directa al sol. Algunos ejemplos incluyen los helechos de interior, los lirios de la paz, las hostas y los helechos arborescentes. Estas plantas son ideales para áreas con poca luz natural, como interiores o patios sombreados.


4. Plantas tolerantes a la sequía: Estas plantas son capaces de sobrevivir y prosperar en condiciones de luz solar intensa y escasez de agua. Ejemplos comunes incluyen el cactus, la suculenta, el romero y la salvia. Estas plantas están adaptadas a climas áridos y requieren poca cantidad de agua.


5. Plantas de luz indirecta: Estas plantas prefieren luz filtrada o indirecta, como la que se encuentra cerca de una ventana orientada al norte o en un lugar con sombra parcial. Ejemplos de plantas de luz indirecta incluyen el filodendro, la maranta, el pothos y la violeta africana. Estas plantas son adecuadas para ambientes con luz suave o indirecta.


Agua: Las plantas requieren agua para llevar a cabo sus funciones vitales.


Tipos


1. Plantas amantes del agua: Estas plantas requieren una cantidad constante de agua y suelo húmedo. Algunos ejemplos incluyen los nenúfares, los lirios acuáticos, los juncos y los helechos acuáticos. Estas plantas son ideales para áreas cercanas a estanques, arroyos o jardines con un suministro de agua constante.


2. Plantas de humedad moderada: Estas plantas prefieren un suelo ligeramente húmedo pero no encharcado. Algunos ejemplos son la cala, la hortensia, la astilbe y el helecho de Boston. Estas plantas prosperan en áreas con un drenaje adecuado y donde el suelo se mantiene húmedo pero no saturado.


3. Plantas tolerantes a la sequía: Estas plantas son capaces de sobrevivir y prosperar con poca agua. Ejemplos comunes incluyen el cactus, la suculenta, la lavanda y la siempreviva. Estas plantas tienen adaptaciones para almacenar agua en sus hojas o tallos.


4. Plantas resistentes a la sequía: Estas plantas pueden sobrevivir en condiciones de sequía, pero aún requieren un riego ocasional para un mejor rendimiento. Algunos ejemplos son el romero, la salvia, la verbena y el sedum. Estas plantas tienen mecanismos de adaptación para conservar agua y pueden soportar períodos prolongados sin riego.


5. Plantas de alta humedad: Estas plantas necesitan un ambiente constantemente húmedo y niveles de humedad relativamente altos. Ejemplos incluyen los helechos arbóreos, los anturios, las orquídeas y las bromelias. Estas plantas se benefician de una alta humedad ambiental y pueden requerir nebulización o un ambiente cerrado controlado.


Nutrientes: Las plantas necesitan una variedad de nutrientes para crecer y desarrollarse correctamente.


ejemplos


1. Nitrógeno (N): El nitrógeno es esencial para el crecimiento vegetal y está involucrado en la producción de proteínas y clorofila. Plantas como las leguminosas (por ejemplo, frijoles, guisantes), el maíz y el césped tienen una alta demanda de nitrógeno.


2. Fósforo (P): El fósforo es necesario para la fotosíntesis, el crecimiento de raíces, la floración y la producción de frutos. Plantas como tomates, pimientos, zanahorias y plantas con flores tienen una mayor necesidad de fósforo.


3. Potasio (K): El potasio es esencial para la regulación del agua, la resistencia al estrés y el desarrollo de frutos y semillas. Plantas como papas, plátanos, calabazas y árboles frutales requieren niveles adecuados de potasio.


4. Calcio (Ca): El calcio es necesario para el desarrollo de tejidos celulares fuertes y la formación de paredes celulares. Plantas como brócoli, col rizada, lechuga y muchas frutas de hueso (duraznos, ciruelas) necesitan cantidades adecuadas de calcio.


5. Magnesio (Mg): El magnesio es un componente esencial de la clorofila y está involucrado en la fotosíntesis. Plantas como espinacas, remolachas, nueces y hierbas aromáticas como la albahaca y el cilantro requieren niveles adecuados de magnesio.


6. Hierro (Fe): El hierro es necesario para la producción de clorofila y el transporte de oxígeno. Plantas como espinacas, acelgas, judías verdes y plantas acidófilas como las azaleas y los rododendros necesitan niveles adecuados de hierro.


Suelo: El suelo es el sustento de las plantas, proporcionando soporte físico, agua y nutrientes. Exploramos las características de un suelo sano y equilibrado, incluyendo su textura, estructura y contenido orgánico.


Tipos


1. Suelo arcilloso: El suelo arcilloso es rico en partículas pequeñas y retiene la humedad. Es fértil, pero puede ser pesado y drenar lentamente. Las plantas que se adaptan bien a este tipo de suelo incluyen la rosa, el tomate, el azafrán y el maíz.


2. Suelo arenoso: El suelo arenoso tiene partículas grandes y es drenante, pero puede carecer de nutrientes y retener poca humedad. Las plantas adecuadas para este tipo de suelo son el cactus, la lavanda, el romero y la salvia.


3. Suelo franco: El suelo franco tiene una textura equilibrada entre arcilla y arena, lo que lo hace fértil y bien drenado. Muchas plantas se adaptan bien a este tipo de suelo, incluyendo la lechuga, la zanahoria, la espinaca y el girasol.


4. Suelo limoso: El suelo limoso es suave y fácil de trabajar, retiene bien la humedad y es rico en nutrientes. Las plantas que prosperan en este tipo de suelo incluyen la calabaza, la remolacha, el rábano y el lirio.


5. Suelo calizo: El suelo calizo es alcalino y puede contener altos niveles de calcio. Las plantas que toleran bien este tipo de suelo incluyen el tomillo, el espliego, la lavanda y el romero.


6. Suelo ácido: El suelo ácido tiene un pH bajo y puede ser rico en materia orgánica. Las plantas que se adaptan bien a este tipo de suelo incluyen la azalea, el arándano, el rododendro y el helecho.


Espacio y aireación: Las plantas necesitan espacio suficiente para crecer y expandirse. Analizaremos los conceptos de densidad de siembra y espaciamiento adecuado para evitar la competencia excesiva entre las plantas.


Tipos


1. Espaciado en hileras: En cultivos como el maíz o las zanahorias, se utiliza el espaciado en hileras para permitir un buen flujo de aire entre las plantas. Por ejemplo, se pueden dejar entre 30 y 45 centímetros de distancia entre cada planta en una hilera, dependiendo de los requisitos específicos de la planta.


2. Espaciado en cuadrícula: En cultivos como las lechugas o las espinacas, se puede utilizar un espaciado en cuadrícula para permitir una mayor aireación y un mejor acceso a la luz solar. Se pueden dejar de 15 a 30 centímetros de distancia entre cada planta, creando un patrón de cuadrícula.


3. Espaciado en montículos: Algunas plantas trepadoras, como los guisantes o las judías verdes, se cultivan en montículos o enrejados. Se pueden crear montículos separados entre sí por 60-90 centímetros, permitiendo que las plantas tengan suficiente espacio para expandirse y una buena circulación de aire.


4. Espaciado en contenedores: En el cultivo en macetas o contenedores, el espaciado depende del tamaño de la planta y del recipiente. Por lo general, se recomienda dejar al menos 15-30 centímetros de espacio entre cada planta en una maceta, asegurando suficiente espacio para el desarrollo de las raíces y una buena aireación alrededor de la planta.


Temperatura: Las plantas tienen requerimientos específicos de temperatura para su óptimo crecimiento.


ejemplos


1. Plantas de clima cálido: Estas plantas prosperan en temperaturas cálidas y altas. Ejemplos de plantas con clima cálido son los tomates, los pimientos, las calabazas y los mangos. Estas plantas requieren temperaturas diurnas superiores a 20-25°C y no toleran bien las heladas.


2. Plantas de clima fresco: Estas plantas prefieren temperaturas frescas y moderadas. Ejemplos incluyen las lechugas, las espinacas, los guisantes y las fresas. Estas plantas crecen mejor en temperaturas diurnas de 15-20°C y pueden tolerar temperaturas más bajas en la noche.


3. Plantas de clima templado: Estas plantas se adaptan a un rango más amplio de temperaturas y pueden crecer tanto en climas cálidos como frescos. Ejemplos de plantas de clima templado incluyen las manzanas, las peras, las uvas y las zanahorias. Estas plantas tienen un rango de temperatura diurna óptima de alrededor de 18-24°C.


4. Plantas de clima frío: Estas plantas pueden soportar temperaturas frías e incluso heladas. Ejemplos de plantas con clima frío son las coles, las espinacas de invierno, las zanahorias de invierno y las remolachas. Estas plantas pueden tolerar temperaturas diurnas de alrededor de 10-15°C y algunas incluso pueden crecer a temperaturas cercanas a 0°C.


comprenderemos la importancia de equilibrar y satisfacer estas necesidades de las plantas en un sistema de policultivos.